Las lesiones relacionadas con el trabajo suelen convertirse en casos de compensación laboral, pero ¿qué se considera una lesión relacionada con el trabajo? Cuando un empleador contrata a un empleado, lo hace con la expectativa de que su salud se mantenga como estaba cuando lo contrató. Si el estado de salud del empleado cambia mientras realiza una tarea para el empleador, éste es responsable. Esto puede incluir nuevas condiciones médicas o condiciones médicas que empeoren debido a las condiciones de empleo. Un concepto comúnmente erróneo es que para que una lesión se considere relacionada con el trabajo, debe ocurrir en la propiedad del empleador, pero la compensación de los trabajadores establece lo contrario.
En términos de compensación de trabajadores, una lesión puede incluir cualquiera de lo siguiente:
- Un incidente en el lugar de trabajo que cause una lesión (caída, corte, etc.)
- Acciones repetitivas en el trabajo que causen condiciones médicas (túnel carpiano, tendinitis, etc.)
- Una condición preexistente agravada por el entorno de trabajo
- Una lesión de trabajo que causa una discapacidad continua
Muchos campos profesionales son propensos a provocar que surjan o empeoren ciertas condiciones médicas. Si ha trabajado en ese campo específico durante un número determinado de años y surge el problema, es probable que esté cubierto por un caso de compensación laboral. Si surge una enfermedad que no es una enfermedad conocida en ese campo de la profesión, puede estar cubierta por la compensación de trabajadores si cumple con los siguientes criterios:
- El empleado estuvo expuesto a la enfermedad en el trabajo
- La enfermedad está relacionada con la industria de los trabajadores
- La enfermedad tiene una mayor tasa de incidencia en los empleados de esa industria que en el público en general
Si su empleado sufre una lesión o enfermedad relacionada con el trabajo, es vital determinar todas las condiciones preexistentes antes de tratar esa condición. Nuestro personal está entrenado para descartar el dolor crónico y otros síntomas que el empleado tenía antes del empleo, no empeorados por el ambiente de trabajo, antes de comenzar el tratamiento. Este proceso acelerará el tiempo de recuperación, reducirá el costo y hará que el empleado regrese al trabajo lo antes posible. Una vez que nuestro personal localice la lesión o enfermedad laboral, se hará un plan de tratamiento personalizado basado en las metas establecidas por el empleado y el empleador. Al final del período de tratamiento, nuestro personal realizará una evaluación de la capacidad funcional para determinar si el empleado es capaz de volver a su trabajo. Si no puede volver a su puesto normal, se puede recomendar que vuelva a realizar tareas livianas o modificadas.