Si bien las inyecciones de células madre son de acción relativamente rápida, la mayoría de los pacientes no notan ninguna mejora hasta al menos tres semanas después del procedimiento. Para algunos, los resultados pueden tardar hasta ocho semanas en aparecer. Una vez que comience a mejorar, los efectos se intensificarán durante los próximos seis meses. No se alarme si siente dolor una semana después de la inyección. Esta es una respuesta normal y es evidencia de que las inyecciones funcionan.
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