Las personas con algunas formas de artritis inflamatoria, como la artritis reumatoide y el lupus, tienen el sistema inmunológico debilitado, lo que puede hacer que sean más propensas a desarrollar complicaciones por la gripe. Algunos medicamentos utilizados para tratar la artritis inflamatoria también pueden debilitar el sistema inmunitario.
La mayoría de las personas que contraen la gripe no necesitan tratamiento médico y se recuperan en menos de dos semanas. Sin embargo, las personas con el sistema inmunitario debilitado son más susceptibles de sufrir complicaciones relacionadas con la gripe, como infecciones sinusales, infecciones de oído, bronquitis o neumonía.